ATEX es la abreviatura del término francés «ATmosphères EXplosibles». Esto se puede encontrar en la Directiva 2014/34/UE de la Unión Europea, que define la base legal para el uso de dispositivos y equipos de protección en áreas con atmósferas potencialmente explosivas. La Directiva ATEX es un componente esencial de la protección contra explosiones que se aplica en todos los ámbitos de la industria, incluidas las industrias química y farmacéutica.
El cumplimiento de la directiva ATEX es esencial para garantizar la seguridad en entornos con atmósferas potencialmente explosivas. La directiva estipula que los aparatos y sistemas de protección deben diseñarse, fabricarse y probarse de modo que no pongan en peligro la seguridad de las personas ni del medio ambiente en caso de explosión.
Un aspecto central de la protección contra explosiones conforme a ATEX es la clasificación de las atmósferas potencialmente explosivas en zonas. Esta clasificación ayuda a determinar las medidas de protección necesarias para los dispositivos y sistemas utilizados en estas zonas. En función de la frecuencia y duración de la aparición de una atmósfera explosiva, las áreas se dividen en zonas 0, 1 ó 2 para gases, vapores y nieblas, y en zonas 20, 21 ó 22 para polvos.
Excurso: ¿Cuándo se producen las explosiones?
Las explosiones en la industria son un peligro omnipresente en cuanto se utilizan sustancias y mezclas explosivas. Estas sustancias y mezclas pueden ser sólidas, líquidas o gaseosas. El pentágono de peligrosidad ilustra las condiciones que deben darse para que se produzca una explosión.
Evalúa el riesgo de explosión: El pentágono de peligros
El pentágono de peligro muestra todos los componentes necesarios para que se produzca una explosión: Si están presentes al mismo tiempo, puede producirse una explosión. Sin embargo, si sólo falta una de las cinco condiciones, ya no hay riesgo de explosión.
Para evaluar en principio el riesgo y los efectos de una explosión, las sustancias utilizadas se evalúan mediante indicadores de explosión. Son importantes para poder tomar decisiones sobre las medidas de protección y los dispositivos utilizables situados en atmósferas potencialmente explosivas.
Los indicadores de explosión están pensados para ayudar a evaluar el riesgo de explosión. Hay una gran variedad de cifras que hay que tener en cuenta. Puedes encontrar un resumen de los indicadores de explosión más importantes para el polvo en la tabla del artículo del blog del mismo nombre.
Categorización en zonas ATEX
Las instalaciones y sistemas de producción con atmósferas potencialmente explosivas se clasifican en zonas de protección contra explosiones(zonas ATEX), que se registran en el documento de protección contra explosiones. Esta categorización de las zonas la realiza, por un lado, el fabricante de los sistemas y dispositivos y, por otro, el operador de las instalaciones de producción en las que se utilizan los sistemas. Existen zonas Ex de polvo y de gas, en función de la composición y duración de la aparición de las sustancias y mezclas explosivas, así como grupos y categorías para evaluar los artefactos. Éstas determinan los requisitos respectivos para las medidas de protección necesarias en las zonas correspondientes. Hemos dedicado otro artículo del blog a las diferencias y a la asignación de las categorías de aparatos a las zonas ATEX.
¿Qué hay que tener en cuenta para cumplir los requisitos de la Directiva ATEX?
Existen varias normativas y directivas ATEX que deben cumplirse para garantizar el máximo nivel posible de seguridad de los trabajadores y del sistema desde el punto de vista legal. Aquí se hace una distinción entre las directrices para el operador del sistema con atmósferas potencialmente explosivas y para el fabricante de estos sistemas. Hay directivas y reglamentos europeos y nacionales que deben respetarse.
¡Hay que tener especial cuidado en atmósferas potencialmente explosivas! Sin embargo, los operadores y fabricantes de sistemas no pueden protegerse únicamente cumpliendo los requisitos legales. Puedes adoptar otras medidas de protección, que pueden ser tanto preventivas como constructivas. Hay tipos de protección preventiva que pretenden evitar la explosión, pero también hay medidas de protección constructiva que pretenden minimizar los daños en el sistema.
Conclusión
Pueden producirse explosiones en cuanto las sustancias inflamables entran en contacto con los reactivos. Las industrias y zonas de producción con mayor probabilidad de explosión deben tomar medidas de protección basadas en los requisitos legales. Hay medidas para el operador del sistema y para el fabricante del sistema. Para poder tomar medidas de protección adecuadas para el funcionamiento o el sistema, primero hay que determinar los indicadores de explosión. Junto con las zonas ATEX existentes, ayudan a proteger el área peligrosa de una explosión no deseada de la mejor manera posible.